sábado, 4 de junio de 2016

Iluminadores, corrector, aplicaciones, belleza


Iluminadores



 El iluminador, es una cosmética para dar luminosidad a zonas del rostro más oscuras, como pueden ser, las aletas de la nariz, lagrimal, barbilla, etc. Pero no equivocarlo con el  corrector por que no es lo mismo.

Elegir el tono perfecto: a la hora de elegir un tono de iluminador, hay que tener en cuenta que sea lo más parecido a nuestro tono de piel, y si es posible idéntico; pero si no es posible encontrar un iluminador idéntico al tono de nuestra piel, cogeremos un tono más claro.


Si se da el caso de que es demasiado claro o demasiado oscuro que nuestro tono de piel, no nos servirá ya que todo lo que queramos corregir quedará a la vista. 


Para aplicarlo hay que tener presente que cuantos más pigmentos tenga, menos cantidad tendremos que aplicarnos.

Las zonas donde aplicaremos el iluminador son: el lagrimal exterior, con esto conseguimos desviar la atención de las ojeras, centro de la frente y en el arco de los cejas, (con el fin de levantar el parpado y profundidad a los ojos), aletas de la nariz, barbilla pómulos, y el encima del labio superior, esto dará volumen a nuestra boca; Un pequeño truco, aplicar el iluminador desde las aletas de la nariz hasta la comisura de los labios.

Los iluminadores los podemos encontrar en cuatro formatos: 

Liquido: Para aplicarlo tendremos que utilizar pincel, su apariencia es grasa y esa sensación es la que nos dará en la piel.

Lápiz o stick: su aplicación es más fácil y precisa y también lo podemos utilizar como corrector.

Polvo: Son los mejores para pieles grasas, su aplicación debe de ser cuando hayamos terminado de maquillarnos.

Crema: Después de aplicarlo  se puede poner unos polvos matificadores. 

Corrector

El corrector y el iluminador los dos hacen un trabajo muy similar, ya que sirven para unificar el tono de la piel; pero el  corrector es para corregir imperfecciones como, granos, manchas, etc. y el iluminador nos ayuda a destacar algunas zonas de la cara gracias a sus pigmentos reflectantes.

Granos: Resulta complicado rebajar el relieve de un grano, pero se puede disimular con un corrector de larga duración y que tenga una fuerte cobertura, aunque parezca un poco basto, quedará perfecto y cubrirá ese problema.

Ojeras: Si no son demasiado marcadas, elegir un corrector ligero, y sobre todo hidratante, que ayuda a cuidar el contorno de los ojos y evitan que se formen arrugas. 



Si el color de la ojera es marrón oscuro, utilizar un corrector anaranjado suave, si es de color violeta, utilizaremos uno rosado.

Venitas, rojeces y cuperosis: Las venitas, se cubren sin problemas con un corrector ligero, pero si son muy intensas lo mejor es mezclar corrector líquido en tono verde con uno normal.

Manchas de sol o de la edad: Utilizaremos un corrector de tono naranja, para hacer desaparecer esas manchas marrones, luego daremos el corrector normal que utilizamos.

El corrector básico debe de ser un tono más claro que nuestra piel o base de maquillaje. 

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