Como está
tan de actualidad en estos momentos, me he puesto a leer artículos y mirar
videos, he visto que tiene muchísimos seguidores, más bien fervientes
seguidores de la homeopatía y que la
consumen a diario, contando lo encantados que están y los fabulosos beneficios
que obtienen.
He visto una
entrevista a una familia con dos hijos, que se toman sus pastillas a diario,
por la mañana y por la noche y cuentan que sus hijos hasta ahora no han tenido
resfriados, gripes, etc. Un poco excesivo ya que no están enfermos según
comentaban. ¿Verdad o mentira?
Yo voy a
contar una pequeña experiencia con la homeopatía,
de esto hace ya algunos años.
Hablando un
día con una amiga que hacía tiempo que no nos veíamos le dije que dormía fatal,
le comente lo que estaba tomando pero que llevaba días que no me hacia efecto
lo que el médico me había recetado y que estaba desesperada por pasarme las
noches contando ovejas y al final se dormían ellas antes que yo. Ella me
comento lo que estaba tomando, y me dijo que lo probara, que no tenía efectos
secundarios y que a ella le estaba yendo muy bien. Vale le dije pues por probar
haber si funciona no perdía nada. Me trajo una caja blanca con unas pastillas
alargadas y muy grandes, me quedo mirando y le digo, ¿pero como quieres que me
tome esto?, dame agua para tragármelas. Me comenta que no necesitan agua porque
hay que ponerlas en la boca y masticarla para que se vayan disolviendo, vale lo
hago y noto que son muy dulces, excesivamente dulces, como si me hubiera comido
un azucarillo. Miro haber que lleva y me leo cafeína, le digo, pero mujer como
me has dado cafeína a las ocho de la noche, ahora sí que no voy a dormir; me
dice que tranquila que según lo
semejante cura lo semejante, ósea que la cafeína no te deja dormir pues lo
combates con cafeína, la cara de sorpresa
que se me quedo fue increíble. Le pido un vaso de agua para sacarme
tanto dulce del paladar y me dice que no, que no que ellas ya llevan agua y que
no se debe de beber agua detrás; bueno pues vale, me quedo con la boca seca de
tanto dulce, y me da otra para después de cenar que me la tome. Bueno lo hago
y me voy a la cama… sigo sin dormir, la
una, las dos, igual sin dormir pero al problema de no dormir se sumó un dolor
de estomago, que como para olvidar esa noche.
Al día
siguiente me llama por teléfono y me pregunta toda contenta, supongo que
esperando que le dijera que estupendo, le digo que quieres la verdad o la
mentira; me dice… mujer la verdad, vale pues no he dormido en toda la noche y
si a eso le sumamos un dolor de estomago, pues la noche fue redonda. A mí me van muy bien, me dice, y claro me pide perdón por intentar ayudarme y al final
estropear mas la noche. Por supuesto que perdonada, lo hizo con toda la mejor
intención.
Siguiendo
con los artículos, os pongo lo que en sentido de humorístico, hace una
comparación el País, y que me ha gustado.
“Un hombre
entra en un hospital homeopático,
después de haber sufrido un accidente de coche. El médico le pide a la
enfermera que le consiga un trozo del coche que ha atropellado al paciente, lo
diluya en agua, lo agite bien, y siga diluyéndolo en agua varias veces, para
poder coger 3 gotas del liquido que ha resultado, y se lo ponga bajo la lengua
del paciente. El doctor dice: (si esto no lo salva, no sé que lo hará).
Esto es en
humor, pero la realidad es igual ya que según la enfermedad que queramos
tratar, se ha de coger la misma sustancia que la produce, disolverla en agua
hasta el infinito. La pregunta es: después de haber disuelto tantas veces esa
sustancia ¿puede quedar algo de ella?, según dicen sí, porque el agua tiene
memoria. Hombre viéndolo así, igual el Atlántico se acuerda de mí.
Lo que sí
está claro es que después de haber disuelto una sustancia en 30, 40, 50, hasta
casi llegar al infinito de partes lo que queda es agua, que otra cosa puede quedar,
por mucha memoria que tenga el agua, luego le añaden sacarosa y listo.
El método homeopático
expone: que lo semejante cura lo
semejante, es decir que la sustancia que produce los síntomas de una
determinada enfermedad, puede curarla; es decir según su método, diluyendo
repetidas veces, entre más mejor y más fuerte es el efecto.
La sustancia
o principios activos que utiliza la homeopatía, está compuesto por alcohol o
agua, y se conoce como tintura madre, y
la base primordial es lo que llevamos contando, diluir los principios activos
hasta el infinito porque más potente
será.
Cuando
se compra un medicamento homeopático, si
nos fijamos, junto al nombre del principio activo aparecen unas siglas CH
(centesimal de Hahnemann), ya que fue el Doctor que lo creó hace 200 años. Las siglas CH van junto con un numero, 20,
40, 70, etc. Que son las veces que esta sustancia ha sido diluida.
El Consejo
Nacional de la Salud dice que no hay evidencias de que la homeopatía sea
efectiva, más que dar un “efecto placebo”.
También la Universidad de Barcelona quito el Máster de Homeopatía, por falta de
base científica.
0 comentarios:
Publicar un comentario